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viernes, 30 de junio de 2017

DIOS SE HACE CULTURA

Foto: Wara Godot Ruiz

Comentario sobre Ñanderu Tüpa Regua Ñande Reko Rupi (Teología Guaraní) de Gabriel Siquier, sj, (Tiaröpiru), traducido y compilado por Elías Caurey

Se me invade un sentimiento de pudor, de temor sagrado, de gran respeto y de profunda humildad en el momento de comentar este libro, sin estar presente, sin haber podido al menos compartir un delicioso mate y saludarnos mutuamente en forma tangible y presencial. Pero tal como se hace en el mundo andino, quisiera pedir permiso a las y los presentes, la pachamama, la comunidad guaraní y al mundo espiritual en este momento, para poder entrar en contacto con la riqueza espiritual de un pueblo que ha sufrido durante siglos los atropellos de la ”modernidad” occidental, el colonialismo europeo y el neocolonialismo actual, y que recién fue reconocido como Territorio Autónomo dentro del Estado Plurinacional de Bolivia. Me inclino ante el legado del P. Gabriel Siquier o Tiaröpiru, y expreso mi admiración por el trabajo de compilación, traducción y sistematización de Elías Carey, sociólogo y antropólogo guaraní, comprometido por la causa de su pueblo y la búsqueda del Ivi Maraëi o Tierra sin Mal.

La presente publicación es una producción mancomunada e intercultural en el sentido literal de la palabra, entre dos épocas, dos personajes, dos trasfondos civilizatorios e inclusive dos diferentes acercamientos del saber humano. Por un lado, tenemos los escritos del sacerdote Gabriel Siquier sobre Teología Guaraní o la “Enseñanza acerca de Dios a partir de la cultura guaraní”, tal como el Tiaröpiru, como fue llamado cariñosamente por la gente en Charagua, se lo ha redactado entre 1990 y 2002, y, por otro lado, las notas y los estudios sobre este legado por Elías Caurey, destacado antropólogo y sociólogo. Un  sacerdote karai o extranjero inculturado y un académico guaraní comprometido por la causa indígena se encuentran, a través del tiempo y espacio, en este libro.

Como se sabe, la publicación consiste de dos partes. La primera, una introducción sistemática al tema del pueblo guaraní y su espiritualidad, como también a la figura emblemática y casi ya legendaria del P. Gabriel Siquier, redactado por Elías Caurey. Y la segunda parte, una reproducción cuidadosamente editada de escritos y anotaciones del P. Gabriel Siquier, sobre la Teología Guaraní. La primera parte de unas 74 páginas nos da una buena introducción a los principales temas de la espiritualidad guaraní, tal como fueron gestándose y desarrollándose a lo largo de casi 40 años de labor pastoral del Tiaröpiru. Y la segunda parte, de unas 130 páginas, el resumen del pensamiento de éste acerca de lo que se suele llamar “Teología Guaraní”.

El libro refleja el gran esfuerzo hecho por Elías Caurey de recuperar el inmenso legado de Gabriel Siquier quien ha dejado más de 40 archivadores de material, entre notas, bosquejos, escritos y observaciones, que son un tesoro aún por levantar. El período al que corresponden los escritos editados en este libro, cubre básicamente los años 1992 hasta 2002. Tal como lo anota el editor en su introducción, son el fruto de una “tercera Ilustración” que tiene que ver con el Quinto Centenario de la Conquista y que dio un giro “cultural” a la Teología de la Liberación latinoamericana. No solo en el caso guaraní, sino en todo el continente de Abya Yala, empezó un proceso de decolonización epistémica y de la recuperación de sabidurías y espiritualidades que habían sido invisibilizadas por la hegemonía de la episteme occidental.

Surgieron, entonces, diferentes tipos de teologías indígenas o teologías “indias”, tal como se las conoce en Abya Yala, entre ellas la andina, la maya, la nahua, la mapuche, pero también la guaraní. En este esfuerzo, la labor del P. Gabriel Siquier ha sido trascendental, y la edición de esta publicación por Elías Caurey resulta ser un momento de gran satisfacción y motivo de agradecimiento, porque permite seguramente avanzar aún más en la recuperación de la gran riqueza espiritual y teológica del pueblo guaraní.

En los años 2006 a 2008, tenía el privilegio de guiar un proyecto de sistematización de Teología Andina, organizado por el ISEAT (Instituto Superior Ecuménico Andino de Teología) en La Paz. El resultado de ese trabajo son dos tomos de “Teología Andina” que constituyen, junto a otros muchos esfuerzos, una base para avanzar en la tarea de una inculturación más profunda de la fe cristiana. Muchos de los problemas que se señalan en el presente libro, también se dieron en aquel tiempo. ¿Se puede hablar de “teología”? ¿Hay una noción equivalente a la occidental “Dios” en las culturas indígenas? ¿Por qué no hablar de “espiritualidad” o “cosmo-espiritualidad” en vez de “teología”? ¿Cómo articular el universo religioso cristiano de procedencia semita-helénica con el universo religioso andino o guaraní? Y finalmente: ¿Quiénes son las y los protagonistas de una tal “teología” o “Ñanderu Tüpa Regua Ñande Reko Rupi”?

La problemática se encuentra también en el presente libro. El P. Gabriel Siquier, a pesar de una inserción de cuarenta años en Charagua y el dominio casi perfecto de la lengua guaraní, seguía luchando con las discrepancias culturales, problemas de traducción lingüística y cultural, problemas de una hermenéutica diatópica intercultural. Y lo mismo ocurre, por supuesto, en el intento de Elías Caurey de sistematizar este pensamiento y estas ideas.

Una cosa es evidente: no se trata de una teología académica, de una teología en base a textos, sino de una teología vivida, experimentada, en forma colectiva, ritual, cotidiana, simbólica, hasta paradójica. La convicción básica de Gabriel Siquier, y de todas las personas que se adentran en la aventura de teologías indígenas, es el hecho de que lo divino se manifiesta en todas las culturas, pueblos, religiones, épocas y lenguas. Y que el theologumenon principal de la “vía cristiana”, la encarnación de lo divino, se puede y debe traducir en términos de cultura y civilización: “Dios se hace cultura”. Y como no existe “la” cultura en sentido general, hay que contextualizar más: “Dios se hace culturas”. Por lo tanto, Dios se hace andino, guaraní, mojeño, chiquitano, pero también mestizo/a, blanco/a, inclusive judío, hindú, musulmán. Suena escandaloso, pero no lo es, sino una consecuencia de la convicción de que lo divino no tiene límites en la manera de hacerse manifiesto.

Quisiera felicitar a la editorial Fundación Centro Arakuaarenda, a la orden de los jesuitas en Bolivia, pero en forma especial a Elías Caurey, por haber logrado esta publicación que da testimonio de los muchos caminos de lo divino en culturas y pueblos. Y que este libro sea motivo de alegría y de la voluntad de seguir adelante en este Ñande Reko hacia la gran utopía del Ivi Maraëi que no es otra cosa que el Reinado de Dios bíblico.


Josef Estermann

lunes, 5 de junio de 2017

Ñanderu Tüpa Regua Ñande Reko Rupi (Teología Guaraní)


El libro "Gabriel Siquier: Ñanderu Tüpa Regua Ñande Reko Rupi (Teología Guaraní)", con Estudio y Notas de Elías Caurey, será presentado el día sábado 10 de junio del presente a las 21:00 en la Feria Internacional del Libro de Santa Cruz. Cordialmente invitados y gracias por difundir la nota.

A continuación compartimos con ustedes la reseña que ha elaborado la socióloga guaraní Marcia Mandepora, quién también estará de comentarista en la presentación. 



TÏAROPIRU IÑEMONGETA
(PENSAMINTO DE TÏAROPIRU)
  
Por: Marcia Mandepora

Sabía que en algún momento iba tener el privilegio de comentar acerca de la vida de Tïaropiru. Gracias a Elías por esta oportunidad que me da para escribir unas líneas sobre su nueva producción, un hermano guaraní incansable, curioso, inquieto, preocupado por contribuir al fortalecimiento de la cultura guaraní. Muy admirable, porque se atrevió a hurgar, a entender y a explicar la Teología  Guaraní del manuscrito del P. Gabriel Siquier, que en guaraní de cariño le decimos Tïaropiru, un personaje muy querido en el pueblo guaraní,  estoy segura que muchos de sus discípulos lo recuerdan con mucho aprecio por sus enseñanzas, sus bromas, por sus esbozos para ejemplificar un tema, por la forma como hablaba o pronunciaba el guaraní, son muchos rastros que quedan en la vida de las personas que compartieron con él.

Elías asumió desafío muy importante, porque logró sacar a la luz el acumulo de conocimientos del pueblo guaraní que por mucho tiempo estuvo guardado, tal vez la explicación del por qué no se publicaron la entendamos con la opinión de uno de los entrevistados, quien compartió con Tiaropiru comentó lo siguiente: “al Tiaropiru no le gustaba escribir: “che amboeteko ñande reko, aikuatia yave, jaemako mbeguepe omanota ñande ñee jare aiporu kaviä echa cheve ñee” (yo respeto nuestro modo de ser, si escribo puede que la palabra se vaya muriendo por sí misma y siento que es como traficar con el idioma)”. Tïaropiru, logró introducirse en la profundidad de la comunidad y la comunidad le confió todos sus conocimientos a través del tiempo; y el Padre Tiaropiru comprendió la confianza; y en reciprocidad a esta confianza tomó la decisión de no publicar cuestiones que tocan el propio ser de la comunidad, pues estaba convencido de que muchos elementos no pueden ser expuestas por lo sagrado que representa, y que podrían ser susceptible de distorsión, apropiación o negociación.

Pero, lo cierto es que la realidad del pueblo guaraní de ayer con la de hoy ya no es la misma, cada vez nuestra cultura, nuestro idioma, nuestros conocimientos y saberes van desapareciendo, por lo que hay la necesidad de recurrir a diferentes fuentes conocimientos para que nuestra cultura perviva en el tiempo. Es en este cometido que valoro mucho la energía y la voluntad de Elías por recuperar nuestros conocimientos, por poner a disposición de todos, principalmente a disposición de los guaraní que necesitan acudir a su memoria histórica para seguir avanzando hacia la tierra sin mal.

Al parecer Tïaropiru tenía muy claro que se avizoraban cambios importantes en el pueblo guaraní, ya sea un cambio que le  permita seguir avanzando o un cambio que afecte su caminar hacia el ivi maraeï. En este sentido centró sus atenciones en la importancia de fortalecer la identidad guaraní a través diferentes acciones, una ella la formación de jóvenes, de dirigentes y mburuvichas del pueblo guaraní, como estrategia utilizaba el análisis de la realidad guaraní pero a la luz del ñee o la palabra del Ñanderu Tüpa, porque decía que Ñanderu Tüpa estaba presente y que nos escuchaba, por lo que era necesario conversar con él para que nos acompañe en nuestro caminar, además que de manera reiterativa decía que el reino de Dios se construye en vida, aquí en la tierra con las personas que necesitan vivir, disfrutar la felicidad, y no mirando el cielo, porque el cielo puede ser algo  inalcanzable, además que al Ñanderu Tüpa no le gusta personas holgazanes, sino personas luchadoras y con mucha perseverancia.

También decía que para los cambios venideros el pueblo guaraní tiene que estar preparado, fortalecido en su identidad cultural, porque los cambios pueden afectar a su identidad, pero dejaba claro que los cambios llegan con la modernidad, insistía que no es malo enfrentar cambios cuando se sabe escoger lo bueno y dejar lo malo,  para hacerse entender utilizaba el ürupe (cedazo) y decía hay saber cernir lo bueno de lo  malo. Refrendaba que no es malo ser moderno,  pero ser moderno sin dejar de ser guaraní, lo que significa que puede haber muchos cambios en la vida guaraní pero esos cambios se basan en la identidad, lo cual de manera figurada puede ser como el árbol que tiene muchos injertos pero que el tronco sigue y seguirá siendo el mismo modo de ser guaraní.

Considero que el aporte de Tïaropiru para el crecimiento del pueblo guaraní en su identidad cultural, organización política fue determinante porque muchos de los dirigentes del pueblo guaraní el algún momento de su vida han compartido los cursos, los talleres de teología, los retiros espirituales desarrollado por este misionero que anduvo por todas las comunidades del pueblo del guaraní.

Es muy oportuno este gran homenaje a Tïaropiru, un misionero que dedicó parte de su vida al pueblo guaraní, que promovió el uso oral y escrito del idioma guaraní, un hombre de  ejemplo, que aprendió hablar el guaraní para llegar al corazón o al pia de la gente, lograr su confianza; se preocupaba mucho por la situación social y económica de las comunidades guaraníes, por eso buscó siempre permanecer de cerca a los guaranís en diferentes situación, tanto así que estuvo con ellos en la zafra para tener mayores elementos y seguir con su trabajo de sensibilización.

Mi agradecimiento a la Asamblea del Pueblo Guaraní y a Arakuarenda por su confianza en Tïaropiru y ahora en Elías que le dan la posibilidad de revelar gran aporte de conocimientos para resurgimiento de la APG, el fortalecimiento del ñandereko y el idioma guaraní. Ñanderu Tüpa Regua Ñande Reko Rupi (Teología Guaraní) es una contribución para seguir impulsando investigaciones y acciones que contribuyan a crear una sociedad basada en una educación incluyente, pertinente y liberadora.


Yasoropai tuicha!
¡Muchas gracias!


Territorio Guaraní – Bolivia, junio de 2017