1Por: Diego Villar
Este diccionario podría afiliarse en al menos tres tradiciones diferentes. Primero, a nivel político, como se trata de un trabajo conjunto de dos estudiosos guaraníes, naturalmente puede inscribirse en una serie de obras recientes – compilaciones de narrativa o historia oral, toponimias, auto-etnografías – escritas por autores indígenas (Ortiz García 2004; Segovia 2005; Tabo Amapo 2009). Segundo, a nivel temático, también puede incluirse dentro del conjunto de gramáticas y lexicones dedicados a las lenguas guaraníes occidentales, y particularmente a las variantes dialectales habladas en las tierras bajas bolivianas (León de Santiago 1998 [1791]; Giannecchini 1916; Schuchard 1979; Dietrich 1986; Farré 1991; Véliz 1999). Finalmente, aunque de forma menos directa, la obra lleva la impronta de un extenso linaje de estudios franciscanos realizados en Tarija, el Chaco occidental y el piedemonte andino – en el cual, por nombrar sólo algunos, figuran Mingo de la Concepción y Antonio Comajuncosa durante el período colonial, o Alejandro Corrado, José Cardús, Angélico Martarelli, Doroteo Giannecchini o Bernardino de Nino durante la fase republicana. En efecto, uno de los autores de este nuevo diccionario, Elio Ortiz García, ha trabajado ya en la edición franciscana del valioso texto del misionero vasco Pedro de León Santiago (1998 [1791]); además, la obra de Ortiz García y Caurey ha sido financiada por la Orden de los Frailes Menores de la Provincia de Toscana; por último, la cuidadosa y prolija edición estuvo a cargo del franciscano Iván Nasini.
2Como los lexicones de León Santiago o del propio Giannecchini, este diccionario procura trascender el marco técnico de la lingüística. En la medida de lo posible procura documentar no sólo la etimología y los significados directos de cada término sino también su uso en ámbitos como el discurso doméstico, la toponimia, la onomatopeya o la misma mitología. Si bien el diccionario es solamente guaraní-castellano, las páginas finales (pp. 449-464) contienen un glosario que permite realizar búsquedas castellano-guaraní.
3Como bien señala Bartomeu Melià en el prólogo, la obra documenta mecanismos lingüísticos como la reduplicación (por ejemplo, aña-aña: término genérico para los enmascarados rituales; rai-rai: rápido, vertiginoso, atropellado; moiä-moiä: imaginar, etc.) o la onomatopeya (por ejemplo, sanana: traqueteo de lo que está suelto; membe: sonido del líquido espeso cuando hierve; mbo: ruido de algo pequeño cayendo; mburu: sonido de la marcha de la tropa; koro-koro: cloqueo de la gallina cuando acompaña a los pollitos, etc.). Pero los méritos de esta obra van claramente más allá, pues también ofrece abundante información sobre aspectos menos evidentes como los topónimos (Aguairenda, Guirayurarenda, Kaipëpendi, etc.), el típico suicidio guaraní por ahorcamiento (pp. 436, 447), el zorro blanco como figuración del dueño del monte (p. 26), las expresiones lingüísticas propiamente femeninas (pp. 29, 33) y masculinas (pp. 20, 340, 402), las categorías para designar los diferentes tipos de amistad (pp. 78-79, 349, 370), los términos de parentesco (necrónimos, terminología de siblings por edad y género, uso de categorías femeninas por parte de las suegras para referirse a los yernos, etc.), o bien los préstamos lingüísticos del castellano regional (aró: arroz; asuka: azúcar;gueye: buey; kavara: cabra; kavayu: caballo; yereva: yerba, etc.).
4De forma más o menos explícita, pero al fin y al cabo previsible en una obra de estas características, hay también cierta información sobre el proceso de evangelización: por ejemplo exégesis un tanto místicas de términos como mbrae (« versos sagrados », p. 229), aña (« diablo », p. 40) o kägui (« licor de los rituales », p. 167), así como neologismos para traducir conceptos misioneros como « concubinato » o « adulterio » (p. 26). Menos previsible, en cambio, es la interesante información acerca de la sexualidad cotidiana (pp. 130, 135, 208, 269, 319, 364-365) e incluso sobre la homosexualidad (pp. 135, 247, 395-396). Si bien hay entradas para la mayoría los términos típicos de la literatura chiriguano (arete: fiesta; ara: cielo, tiempo; arakae: tiempo mítico o de los antepasados; mötiro: trabajo colectivo; kägui: chicha; aña: alma errante, espíritu de los muertos; ete: sufijo que denota lo intenso, real, verdadero; mburuvicha: grande, cacique), hay también algunas ausencias sorprendentes como mbaekuá (brujo) o tembeta (adorno labial tradicional) más allá de que dichos términos aparezcan ocasionalmente en algunas frases ejemplificadoras.
5Finalmente, desde el punto de vista comparativo hay que decir que cuando el título anuncia la compilación de « la lengua guaraní hablada en Bolivia » resulta un tanto excesivo, pues nada se dice respecto de otras lenguas guaraníes habladas en el país como el yuki, el sirionó o el guarayo; e incluso no queda claro en qué medida el diccionario podría resultar representativo para lenguas como el tapiete, emparentadas estrechamente con el guaraní « ava » o « chiriguano ». En este sentido, hay que tener en cuenta que si el léxico de León de Santiago parecía fuertemente marcado por la variedad ava (1998 [1791]) y el clásico trabajo de Giannecchini (1916; 1996) padecía cierta inflexión chané o simba, este trabajo de Ortiz y Caurey evidencia un fuerte influjo de la variedad dialectal isoseña. Más allá de estas observaciones puntuales, lo dicho basta para dejar claro que este diccionario puede ser una actualización provechosa de la obra fundamental de Doroteo Giannecchini, y es en definitiva un aporte de valor para todos los estudiosos de la lengua y la cultura guaraníes.
Bibliografia
Dietrich Wolf1986 El idioma chiriguano: gramática, textos, vocabulario, Cultura Hispánica, Madrid.
Farré Luis1991 Mbya iñee, CIPCA, Camiri.
Giannecchini Doroteo1916 Diccionario Chiriguano-Español y Español-Chiriguano, Publicación de la Orden Franciscana, Tarija.
1996 Historia natural, etnografía, geografía, lingüística del Chaco boliviano, Centro Eclesial de Documentación, Tarija.
León de Santiago Pedro
1998 Diccionario chiriguano-castellano y castellano-chiriguano, Archivo Franciscano de Tarija-Teko Guaraní, Tarija/Camiri [1791].
Ortiz García Elio2004 Toponimia guaraní del Chaco y Cordillera, Teko Guaraní, Camiri.
Schuchard Barbara1979 Ñane ñë. Gramática guaraní para castellano-hablantes, APCOB, Santa Cruz de la Sierra.
Segovia Laureano
2005 Otichunaj lhayis tha oihi tewok: memorias del Pilcomayo, Secretaría de Cultura de la Provincia de Salta, Salta.
Tabo Amapo Alfredo2009 El eco de las voces olvidadas. Una auto-etnografía y etnohistoria de los cavineños de la Amazonía boliviana, IWGIA, Copenhague.
Véliz José Domingo1999 Ñeemoesakaa, UNICEF/Ministerio de Educación y Deportes, La Paz.
FUENTE:
Diego Villar , « Ortiz García Elio y Elías Caurey, Diccionario etimológico y etnográfico de la lengua guaraní hablada en Bolivia (guaraní-español, SENAPI), La Paz, 2011, 474 p., gloss. », Journal de la société des américanistes [En ligne], 98-1 | 2012, mis en ligne le 04 juillet 2012, Consulté le 30 août 2012. URL : http://jsa.revues.org/index12211.html.